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10 TRUCOS SENCILLOS PARA SUMARTE AL ZERO WASTE

Hace poco en el libro de Mamá Desobediente de Esther Vivas leí que la maternidad y el feminismo van muy ligadas a la ecología y a la preocupación por el medio ambiente y el planeta. Eso me hizo pensar que cuando eres madre empiezas a preocuparte por cosas que hasta ahora no habías ni pensado.

Cuando nació mi hija mayor, confieso que sentí mucho miedo a que me pasara algo la primera vez que salí a la calle. A tener un accidente o que me atropellara un coche. ¡Vaya tontería! Tantos años viviendo sola en una ciudad tan grande y nunca me había dado miedo nada. Sentía una gran responsabilidad y pensaba que si me pasaba alguna cosa, mi hija crecería sin madre. Supongo que las hormonas también tendrían algo que ver.

Antes de tener hijxs mucha gente, por suerte, ya está bastante concienciada de la situación tan precaria en la que se encuentra nuestro planeta y toma medidas para intentar solucionarlo. Nosotros hace muchos años que tenemos integrado en nuestra rutina el tema de separar los residuos y reciclar. Pero es ahora que me preocupo mucho más por el planeta en que voy a dejar a mis hijas en un futuro.

Vivimos en una sociedad consumista y capitalista en que es MUY difícil no generar residuos, pero hace tiempo que pienso que no tiene que ser un «todo o nada». Podemos empezar haciendo pequeños cambios en nuestras rutinas y poco a poco ir haciendo la transición al Zero Waste. Aunque hagas sólo un cambio, piensa en la cantidad tan grande de residuos que estás dejando de generar al cabo de un mes, de un año, de diez años, etc.

A continuación te explico 10 TRUCOS SENCILLOS para generar menos residuos y verás lo fácil que es empezar el cambio:

1# Lleva tus bolsas reutilizables para comprar a granel. Es súper fácil, simplemente las metes en la bolsa o el carro de la compra. Las hay de diferentes tamaños y las puedes encontrar en muchas tiendas o en internet. Allí puedes meter frutas, verduras, hortalizas y demás cosas por el estilo (son como las de la foto de la cabecera).

2# Lleva tus tuppers de casa para la carne y el pescado. Esto puede sonar súper raro o incluso dar un poco de reparo la primera vez que lo haces, pero de verdad que en las tiendas no dicen nada, incluso a veces me han comentado lo práctico que es. Aunque ya evites las bandejas de plástico en este tipo de alimento y lo pidas en papel, esos papeles no sirven para nada, normalmente acaba chorreando y manchando todo y va directo a la basura. Si te llevas tus tuppers, allí los pesan y quitan la tara para que pagues sólo lo que has comprado y luego lo puedes transportar y guardar súper bien.

3# Compra en tiendas de proximidad y especializadas. Si vas al supermercado encontrarás de todo, pero muchas veces la fruta, las legumbres, la carne y el pescado van ya envasadas. Sí que puede resultar más rápido hacerlo todo en el mismo sitio y ahorrarte el viaje. Pero si vas a tiendas específicas la calidad siempre es mucho mejor y allí comprarás sólo lo que necesitas, la cantidad que vas a usar y sin plásticos ni envolturas.

4# Filtrar el agua en vez de comprar botellas. En algunos lugares el agua del grifo es perfecta para consumir, pero en otros sabe muy mal y no es muy recomendable. Existen varios sistemas de filtrado de agua, desde la típica jarra con filtro, hasta el sistema de ósmosis que se instala en el grifo. Es cuestión de ver lo que te resulta más sencillo, pero en cualquier caso siempre merece la pena y también lo notarás en la economía familiar.

5# Sustituir las cápsulas de café por la cafetera clásica. El furor de las cafeteras de cápsulas ha hecho que en muchas casas encontremos este tipo de sistema, pero la cantidad de residuos que genera es enorme. Es verdad que hay cápsulas rellenables, pero al final inviertes mucho tiempo en llenar cada capsulita que acabas volviendo a comprar. Así que si tomas café, te invito a que vuelvas a la cafetera de café molido. Si lo que buscas es rapidez, tienes la típica Melita en que puedes preparar 12 tazas de café y tienes para muchas veces.

6# Pañales de tela. Este tema ya lo comenté hace unas semanas y tengo pensado escribir otro post explicando con más detalle los tipos de pañal que hemos probado, así que no me voy a extender mucho en este punto, sólo recuerdo que es una buena alternativa.

7# Agua y jabón en vez de toallitas desechables. Cuando tienes un bebé pasas mucho tiempo en casa y es muy fácil usar toallitas de tela y limpiar a tu bebé con agua. Es simplemente coger la rutina. Además es muy beneficioso para la piel del bebé.

8# Bañador pañal de tela. Aunque a los días de calor le quedan dos telediarios, puede que estés pensando en apuntar a tu bebé a un cursillo de natación. Los pañales de agua son un residuo muy muy sencillo de evitar. ¿Verdad que tú usas un bañador de tela y ni te planteas tirarlo cada vez que sales del agua? No tiene ningún sentido hacerlo con el de los bebés. Los bañadores pañal contienen perfectamente el pipí y la caca (aunque sea líquida). Los hay de muchos tipos y los de bebé van ajustados a la pierna para que no salga nada. Te ahorrarás; dinero, tiempo en comprar pañales y le harás un gran favor al planeta.

9# Llévate agua y pajitas cuando salgas de casa. Con niños SIEMPRE tienes que llevar agua encima, aunque salgas un momento. Así que si tienes la precaución de llevar tu botella de agua reutilizable (mejor si no la compras de plástico ya que te durará más y no cogerá olores), evitarás estar comprando botellitas pequeñas de un solo uso. Si te animas puedes también llevar tus pajitas y otro residuo menos.

10# Por último, alarga la vida de las cosas que tienes. Este consejo lo leí hace tiempo y me encantó. Vivimos en la era del usar y tirar, en lo que todo pasa de moda y compramos y volvemos a comprar. Este truco es aplicable a todo. Cuando hablaba de los tuppers para llevar la carne y el pescado, siempre es mejor si son de cristal, pero no tirarás los tuyos de plástico para comprar unos de cristal. No tiene sentido. Lo mismo que lo de comprar ropa cada temporada cuando la nuestra está bien, comprar otra mochila para el colegio cuando la del año pasado está perfecta, cambiar el móvil porque salió otro más nuevo, etc.

Hay infinidad de cosas que podemos hacer casi sin darnos cuenta y que suponen un cambio importante. Todo suma. Puedes empezar por lo que más te guste, por lo que más te motive o por lo que te sea más sencillo. Usar servilletas de tela en vez de papel, jabón sólido en vez de líquido que va en botella, copa menstrual en vez de tampones, compresa de tela en vez de desechable, discos de lactancia de tela en vez de un solo uso, utilizar papel con cera de abeja en vez de film para tapar los alimentos, etc. Puedes hacerlo todo o puedes hacer alguno, pero piensa que todos los cambios que hagas, por pequeños que sean, repercutirán directamente sobre el planeta que les dejaremos a nuestrxs hijxs.

¿Qué trucos más se te ocurren o aplicas en tu día a día? ¿Te parece muy complicado? ¿Te vas a animar a poner en práctica alguno? Espero que te sea muy útil el post de esta semana y nos vemos la semana que viene!

2 Comentarios

  1. Maria de los Angeles

    26 septiembre, 2019 at 17:55

    Si cada uno de nosotros contribuimos con todos estos cuidados,al final seremos muchos y ayudaremos a la conservación del planeta al que tenemos muy maltratado con nuestros malos hábitos

    1. La Mamisis

      28 septiembre, 2019 at 12:54

      Exacto!Podemos empezar por cosas que no suponen un gran esfuerzo y poco a poco y cambiando nuestras rutinas. Gracias por leerme. Un abrazo 🙂

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