maternidad

LA LUCHA POR EL SILENCIO

Lo primero que me gustaría es pedir disculpas por estar tanto tiempo sin publicar. Estamos pasando una época complicada con el confinamiento por COVID19 y la conciliación se hace más difícil que nunca. Por suerte, por aquí estamos todos bien y espero que por allí también.

La maternidad me ha dado infinidad de cosas bonitas, supongo que como a todas las madres y padres. Sin embargo también se ha llevado algunas. Y ya no hablo de mis horas de sueño convertidas en unas intensas ojeras… Hablo del silencio en casa.

Cuando nace un bebé parece que el mundo a nuestro alrededor se detiene. Vamos a otro ritmo, todo va más lento. Ese bebé, aunque no encuentre el momento de dormir por la noche, por el día suele dormir siestas. Así que te aferras a esos ratos de silencio.

Silencio extremo, puesto que cuando acabas de dormir a un bebé, lo que menos te interesa es que hagan ruido y te lo despierten. Seguramente quieras aprovechar ese rato para hacer tropecientas cosas que no has podido hacer mientras lo tenías en brazos o en la teta.

Así que, aunque ese rato no lo puedas aprovechar para descansar mucho… hay silencio en casa. Ese rato para escuchar tus pensamientos o quizás para no pensar en nada. Pero ese bebé crece y cada vez duerme menos durante el día (nadie dice que eso sea igual a dormir más durante la noche), por lo que tus ratos de silencio se van acortando hasta desaparecer por completo.

Y sí, escuchar las risas de tu hijx o tus hijx es un sonido precioso. Pero también oyes llantos, gritos y reclamos. Si tienes más de unx, seguramente oigas peleas y llanto de unx, otrx o en estéreo.

Definitivamente el confinamiento nos ha arrebatado a muchas los pocos ratos de silencio que pudieran quedarnos y como siempre digo, ir a tirar el reciclaje se convierte en un momento de preciado silencio para nosotras!

Y qué importante es recuperar esos ratos de silencio para reconectar con nosotras. Es muy fácil entrar en una vorágine de cosas por hacer entre bebé, trabajo (remunerado o no) y pareja (si la hay) que muchas veces no paramos a escucharnos. Escuchar nuestros pensamientos y deseos, nuestras necesidades.

Es complicado, siempre lo es, y a veces vivimos situaciones que nos lo complican más. Pero no escuchar esas necesidades, no tener ese silencio para escuchar nuestro pensamiento, termina agotándote tanto psicológicamente que se manifiesta en agotamiento físico también.

Para mí, la maternidad es (entre otras muchas cosas, no me malinterpretes) una lucha constante para conseguir esos ratos de silencio. En el inicio puede que el bebé nos de esos ratitos, pero durante el día escuchamos tantas voces que nos cuenta o recomiendan cosas que casi no queda lugar en nuestra mente para escuchar nuestros propios pensamientos. Luego el bebé crece y la demanda de tu tiempo es tan grande que no te das ni cuenta de que vas perdiendo esos silencios.

Así que como las palabras se las lleva el viento, te propongo que apuntes en tu agenda (seguro que la tienes, aunque sea para apuntarte las revisiones de tu bebé) un rato para desconectar. Para salir y tener ese momento merecido de silencio. Pero no lo atrases. Asegúrate de que vas a tenerlo y prográmalo una vez a la semana, el día que quieras.

Y ahora cuéntame; ¿Echas de menos el silencio? ¿Has conseguido encontrar tu ratito para escuchar tus pensamiento? GRACIAS por estar ahí. ¡Que tengas un bonito día y cuídate!

2 Comentarios

  1. Laura

    3 junio, 2020 at 12:08

    Cuanta razón…es muy difícil encontrar ese silencio, a veces crees que no volverá, y cuando por lo que sea vuelves a conectar con él, te sientes mal hasta de desearlo, pero al final no somos solo madres, somos mujeres y que tenemos necesidades como cualquier otra persona, solo hay que saber gestionar los momentos y las emociones para no decaer y echar tanto de menos ese silencio hasta volverse insoportable.

    1. La Mamisis

      4 junio, 2020 at 12:39

      Así es. Tenemos que reconectar con nosotras mismas de nuevo. Gracias por leer el blog Laura. Un abrazo 🙂

Responder a La Mamisis Cancel