crianza

CÓMO SEGUIR CRIANDO CUANDO LA PAREJA SE ROMPE

La entrada de esta semana es muy especial. Ya te aviso que es larga, pero la ocasión lo merece! Algunas madres me han preguntado sobre cómo afrontar la crianza cuando hay una separación de pareja. La crianza es complicada, nos pone al límite, hay discusiones… y a veces la pareja se resiente de ello.

Hasta ahora siempre he hablado desde mi experiencia y en este tema no puedo hacerlo, puesto que no me he encontrado en la situación. Así que me pareció prudente abordarlo mediante una entrevista a una gran profesional en la materia como es GUIDA RUBIO psicóloga perinatal especializada en acompañamiento psicoemocional, bienestar familiar, terapeuta de pareja y asesora de duelo.

Guida ha sido muy generosa hablando de este tema, tan delicado para muchas parejas, y dándonos algunos consejos sobre cómo actuar. Espero que la disfrutéis tanto como yo!

GUIDA RUBIO

Me gustaría empezar planteando una cuestión sobre la que mucha gente habla. Siempre se ha dicho que muchos divorcios se producen durante el primer año después de ser madres o padres ¿Por qué la llegada de un bebé afecta a la relación de tantas parejas, incluso para que muchas de ellas se rompan?

Pasamos de ser dos a ser tres (o más) y eso no siempre resulta fácil. Somos dos personas distintas transitando esta transformación con recursos, emociones diferentes y puede que prioridades y creencias también diferentes. Hay que encontrar un nuevo equilibrio. Pero para eso hace falta mucha comunicación, empatía y respeto… Además debemos tener en cuenta que un recién nacido reclama (y requiere) nuestra atención las 24 h del día y esto puede entrar en conflicto con la vida de pareja, sobretodo si alguno de los progenitores no entiende que la prioridad ahora es el bebé y que durante un tiempo la relación va a tener menos tiempo y espacio para nutrirse. 

Está claro que la crianza de un hijo o hija supone muchos roces en la convivencia. El cansancio, la irritabilidad… ¿Qué pasa si eso nos lleva a descubrir que ya no queremos o no podemos seguir con nuestra pareja? ¿Se puede hacer algo antes de llegar a ese extremo?

La crianza es uno de los principales motivos de conflicto entre las parejas, sobretodo cuando son pequeños. Se acumulan el cansancio, la falta de sueño, los nervios, el agotamiento (físico, mental y emocional)… con el hecho de tener que tomar muchas decisiones en relación a la crianza. A menudo los conflictos estallan por dos motivos principales: la falta de acuerdo en relación a cómo criar a los hijos, y el desequilibrio en los roles y tareas. Y como son temas que van apareciendo de forma regular (y con ellos las discusiones), la pareja se va distanciando emocionalmente porque se sienten enemigos en vez de un equipo. Es muy importante en esta etapa hablar mucho para tratar de conseguir el equilibrio y el punto de acuerdo entre los dos. Pero hablar bien sin atacar, sin culpar y sin gritos. Y aún así, hablando, respetando, escuchando y reajustando, hay algunos casos en que la cosa no sale bien; parejas con unos ideales, valores o creencias en relación a los hijxs muy dispares, con una forma de hacer las cosas incompatible o que han tenido una transformación personal que les ha hecho muy distintos el uno del otro.

¿Cómo detectamos que es el momento de acudir a terapia de pareja? ¿Es realmente efectiva?

Les recomendaría a todas las parejas que acudieran a un terapeuta especializado (a poder ser también en crianza) antes de la llegada del bebé. Esto permite poner sobre la mesa temas “conflictivos” pero sin todo el estrés añadido de tener un bebé en casa, dormir poco… Nos permite ver como nos imaginamos el futuro y poder trabajar con ello para que tengan una visión realista de lo que es la maternidad/paternidad y un punto de partida en común. Tener un bebé es una aventura impredecible y todo lo hablado puede verse modificado, pero habrán aprendido a ponerse de acuerdo desde el respeto y como equipo!

No obstante, la mayoría de parejas acuden a terapia como último recurso y eso dificulta las cosas. Porque ya hay mucho resentimiento, mucho dolor; se tratan el uno al otro como enemigos. Y va a tocar hacer un trabajo más profundo. Muchas parejas van a poder superar todo esto y salir fortalecidas de esta crisis, pero otras no. Por eso yo les diría que no se esperen a estar tan mal que solo les quede esta opción. Que acudan a un especialista cuando empiecen a notar que algo falla; que les cuesta ponerse de acuerdo, que no hay una comunicación buena, que no ven las cosas del mismo modo, que se sienten desconectados… No hay recetas mágicas, ni trucos para salvar la pareja; lo que hay es mucho trabajo individual y en equipo. Y para que salga bien depende, sobretodo, de su implicación y compromiso.

“Romper” una familia dando el paso de terminar una relación cuando hay hijxs, supone un duelo difícil de transitar, imagino. La concepción de familia y de “no quiero hacerle esto a mi hija o hijo” no debe ser fácil de asumir. ¿Verdad?

El duelo siempre es algo complicado porque cada uno lo vive a su manera, con sus herramientas personales, sus tabús, su red de soporte (que a veces nos dificulta las cosas), sus miedos y la presión que recibimos por parte de la sociedad! La familia tradicional sigue siendo un pilar fundamental en nuestra cultura, sobretodo cuando los hijxs son pequeñxs, y sigue existiendo la idea que para los niñxs es mejor “aguantar” juntos que un divorcio. Pero lo cierto es que para todos los miembros de la familia lo mejor es optar por la opción que garantice el máximo bienestar emocional de todos… aunque eso signifique que mamá y papá (o mamá y mamá o papá y papá) estén separados. Tras un divorcio habrá un duelo, sí, pero si no nos separamos por los niñxs o por miedo, viviremos en una familia donde se discute, donde puede que no haya respeto o incluso amor.

¿Cómo se puede ayudar a lxs niñxs a gestionar mejor la separación de los progenitores?

Como con cualquier otra pérdida importante, debemos tener en cuenta que es lo más importante para garantizar el bienestar emocional de los más pequeñxs:

Y en cuanto a las madres y los padres separados, entiendo que un trato cordial siempre facilita la crianza, pero; ¿Cómo se puede transitar el duelo de esa separación cuando tienes trato cercano con tu ex pareja?

Las emociones del duelo son intensas y muchas veces desagradables. La ira y la tristeza nos hacen sentir especialmente incómodos. Por eso al principio puede que cueste encontrar esta cordialidad que resultará esencial. Aunque depende mucho del motivo de la separación, siempre deberíamos tener en mente que el esfuerzo de mantener “la paz” entre la expareja es por el bien de los hijxs. Como adultxs, este argumento debería darnos la fuerza suficiente para dejar atrás el orgullo, el enfado, y tratar de crear una nueva relación entre nosotros, que en vez de mirar hacia atrás mire hacia adelante. Dejar a un lado lo que hubo y vernos de otro modo; no como pareja amorosa sino como dos personas con un precioso y preciado proyecto en común.

A veces la separación resulta especialmente traumática para alguno de los miembros de la pareja (porque esa persona no quería separarse, porque el otro no ha querido hacer ningún esfuerzo para salvar la relación, porque ha habido terceras personas…). En estos casos, el duelo va a ser mucho más profundo y conseguir una relación cordial va a ser más difícil. Lo mejor sería que primero esta persona trabaje todo este dolor de forma individual.

Una relación terminada puede hacer temblar los cimientos de la autoestima. ¿Cómo afecta eso al rol como madre o padre?

Una buena autoestima es fundamental en nuestro rol como madres o padres y si la separación nos ha dañado este aspecto tan íntimo, habrá que trabajarlo. Puede que tras un divorcio nos sintamos inseguros, que hemos fallado en algo muy importante, que no somos suficientemente buenos, que no hemos sabido hacerlo bien y todos estos pensamientos podrían proyectarse también en nuestro rol parental e interferir él. Hay que ser racionales! Intentar recordar que no todo es tan fácil, que en las relaciones no se trata de hacer las cosas “bien o mal”. Las relaciones son algo complejo y que mi relación de pareja, cómo he actuado, cómo he sido, qué he conseguido, no me define en mi papel como madre o padre.

A veces, fruto en parte de esta falta de autoestima, aunque también entran en juego otros aspectos como creencias y miedos, las madres y los padres separados adquieren conductas que terminan siendo perjudiciales para sus hijos e hijas. La sobreprotección, la alta permisividad, la necesidad contínua de sentir su amor (que puede llevarlos a querer “comprarlo”), la búsqueda del aliado en el hijo/a… serían ejemplos.

Para concluir; después de pasar por una separación, cuando es la madre la cuidadora principal; ¿Cómo encuentra el camino para volver a pensar en su “yo” mujer teniendo que ocuparse, prácticamente en exclusiva, de su bebé? ¿Está la sociedad preparada para acoger a estas madres?

La realidad nos muestra que muchas de las parejas que se separan ya tenían un equilibrio de roles en la pareja muy poco igualado, siendo la mujer la que solía ocuparse de todo. Así que para muchas de ellas, poco va a cambiar su día a día. Aún así, es esencial que esta mujer, ahora madre soltera, teja a su alrededor una fuerte red de soporte que la apoye (logísticamente y emocionalmente) puesto que la maternidad y la crianza nunca deberían de vivirse en soledad. Va a necesitar ayuda, alguien que la pueda “sustituir” cuando ella no pueda estar, alguien que la pueda sostener cuanda ella “no pueda más”, alguien que la escuche cuando necesite hablar, alguien a quien abrazar cuando necesite llorar. Va a tener que rodearse de personas que puedan “descargarla” para que ella pueda, poco a poco, recuperar aspectos de su vida más allá de la maternidad.

Como sociedad nos falta mucho para poder ofrecer a estas madres el apoyo y las facilidades que necesitan. No existe una conciliación real. No existe una red de soporte pública real. No existe ni siquiera un concepto real de lo que implica la maternidad/paternidad en solitario.

Hasta aquí la maravillosa entrevista con Guida Rubio, espero que sirva de ayuda para visibilizar una realidad tan tabú como son los problemas de pareja en la crianza. Darle de nuevo las gracias a Guida por su colaboración y por aportarnos un poquito de luz en un tema tan complicado como este. Podéis seguirla en IG @guida_psicólogaperinatal o contactar con ella a través de su página web www.psicologaperinatal.com ¿Qué te ha parecido la entrevista? ¿Te gustaría encontrar entrevistas a otras profesionales relacionadas con la maternidad? Gracias por estar una semana más ahí. Que tengas un bonito día!

FOTO: BABYFOTOBARCELONA

6 Comentarios

  1. Maria de los Angeles

    8 abril, 2020 at 20:13

    Esta entrevista es muy Interesante porque todo lo que en ella se dice es lógico y real y a veces hay momentos en la vida en que se necesita que alguien te abra los ojos y coloque en su sitio esa maraña que surge en nuestro cerebro cuando llega un bebe

    1. La Mamisis

      9 abril, 2020 at 09:09

      Gracias! Una de las cosas que más me sorprendió, cuando hice la entrevista, fue que se debería acudir a terapia ANTES de que nazca el bebé y haya conflictos. Creo que es un consejo muy potente y que puede ser la clave de una relación sana después. Aquí no tenemos cultura de cuidarnos las emociones, acudimos cuando estamos al límite, y es un error. Gracias por leerme, un abrazo 🙂

  2. Olga

    8 abril, 2020 at 16:02

    A día de hoy es una situación muy frecuente, y creo que es importante intentar que afecte lo mínimo posible al niño. Me parece una entrevista muy interesante.

    1. La Mamisis

      9 abril, 2020 at 09:06

      Gracias Olga, así es. Es una situación muy habitual de la que a veces no sabemos cómo salir. Creo que hay grandes profesionales como Guida que son de gran ayuda y que no siempre recurrimos a ellas. A mi parecer son una herramienta muy potente para ayudarnos. Gracias por leerme. Un abrazo 🙂

  3. Angela

    8 abril, 2020 at 14:49

    Muy buena entrevista y sin duda necesaria en estos tiempos! Me encanta la idea de entrevistar a más profesionales!

    1. La Mamisis

      9 abril, 2020 at 09:04

      Qué bien que te haya gustado Ángela! Espero que aporte un poquito de luz a aquellas mujeres que se encuentran en esta situación. Gracias por leerme, un abrazo 🙂

Responder a La Mamisis Cancel