maternidad

REINVENTÁNDOME CON LA BIMATERNIDAD

El camino de la maternidad es un camino de cambios, de evolución, de dejar atrás lo que eras antes y empezar con tu YO de ahora como madre o bimadre como es mi caso ahora mismo.

Cuando nació Gina, una niña de alta demanda como ya expliqué, mi concepto de la maternidad cambió por completo. La idea que tenía de cómo sería la María madre no se parecía en nada a la María madre que era. Había leído sobre maternidad, crianza, lactancia… y muchas de las cosas que leí me han servido, otras sin embargo las he tenido que adaptar a nuestra situación.

Cuando nació Chloe era consciente que no podría ser la misma madre que fui para Gina y ni siquiera podría ser la misma madre para Gina que había sido hasta ahora. Me daba mucha pena pensar que no podría dedicarles el tiempo que «merecían» a cada una de ellas, pero cuando empezamos nuestra convivencia como familia de cuatro entendí que ahora era otra madre. Ahora era bimadre y tenía que reinventarme.

Como le pasará a todas las madres, nunca he soportado oír llorar a Gina. Tenía la necesidad interna e imperiosa de cogerla entre mis brazos y calmarla, darle el pecho o acariciarla. Llegó Chloe y me sucedía lo mismo, con la diferencia que ahora cogerla, abrazarla y calmarla tendría que esperar.

Lo primero que entendí cuando me quedé sola por la noche con las dos era que… iban a llorar y tendría que aprender a soportar ese llanto un poquito más. Cogía a Chloe y se calmaba, pero entonces empezaba Gina a llorar. Y es que Gina apenas tenía 2 años recién cumplidos, seguía siendo un bebé. Soltaba a Chloe y cogía a Gina, entonces era Chloe quien lloraba a pleno pulmón. Eso con suerte y no lloraban las dos a la vez.

A pesar de lo dramático de la situación, me sorprendí riéndome de mí mismas mientras cargaba en brazos con las dos a la vez. Rompiéndome la espalda mientras negociaba tenerlas hasta terminar de cantar «10 elefantes se balanceaban»… Los últimos elefantes eran a una velocidad considerable, pero igualmente me río yo del gimnasio!

Intentamos hacer lactancia en tándem simultáneo y para el Circo del Sol debe ser pan comido, pero te aseguro que a mí me resultaba imposible. Chloe no llegaba o Gina me aplastaba… Así que vuelta las dos a llorar.

Conseguí que con el tiempo Gina entendiera que si conseguía calmar a Chloe, podría dedicarle más tiempo a ella. Tarea muy complicada. Pero con paciencia hemos ido consiguiendo una rutina que no termine con mi espalda ni con mis nervios. Calmamos a Chloe, la dejamos que haga la croqueta en la cama (si es que sigue despierta), y tenemos nuestro momento teta para que Gina sienta que sigue siendo mi bebé y que su hermana no ha venido a quitarle el cariño de su madre.

Con el tiempo, he entendido que debía perdonarme por no ser la madre que imaginaba ser. Perdonarme por dejar llorar a una mientras atiendo a la otra. Perdonarme por irme a otra habitación a dar el pecho a Chloe para que Gina no me pida en ese mismo momento y poder darle por separado a cada niña. Perdonarme por ponerle un rato la TV a Gina y dejar a Chloe en la hamaca mientras limpio o preparo la comida a toda velocidad. Perdonarme por ser humana y no llegar a todo y ver que a pesar de todo sí llego a mucho.

¿Te has perdonado ya? Recuerdo la liberación que sentí cuando me perdoné y acepté mi nueva situación y mis límites. ¿Eres la madre que esperabas ser? Cuéntame: ¿Cómo te has reinventado desde que eres madre y qué trucos te han funcionado? Me despido con una frase de Jill Churchill que me encanta: «No hay manera de ser una madre perfecta, pero hay mil de maneras de ser una buena madre.» Hasta la semana que viene!

FOTO: BABYFOTOBARCELONA

8 Comentarios

  1. Patri

    29 agosto, 2019 at 09:47

    Solo hace falta ver la cara de felicidad ( por obviar la guapura) de cada una de tus hijas para darte cuenta que TODO lo estás haciendo de maravilla.
    SIGUE ASÍ MAMI

    1. La Mamisis

      29 agosto, 2019 at 11:11

      Gracias Patri. Se hace como buenamente se puede. Siempre con la mejor intención 🙂

  2. Anna

    29 agosto, 2019 at 09:23

    Maria
    Como dice mi hija ,ser madre és el trabajo más duro e importante que hay.
    No sé si seria la palabra perdón todas las Madres somos nuestra mejor versión en ese momento
    Lo que si te puedo decir és todo va como va y se tiene que coger así . Yo estava preocupada por no poder cuidar y hacer de madre con mi hija mayor por mi enfermedad … fue una lección a mi perfecionismo y control y todo sale si no lo haces tu , tus seres queridos te suplen
    Un brindis por las madres im perfectas

    1. La Mamisis

      29 agosto, 2019 at 11:08

      Qué bonitas palabras Anna! Qué duro cuando queremos llegar a todo y vemos que no podemos. Pero como bien dices, al final entre unos y otros las cosas salen y todo fluye. Gracias por leerme 🙂

  3. Mireia garcia

    29 agosto, 2019 at 06:51

    Me encanta!!!!
    Yo también me he perdonado, pero a veces la paciencia hace que se te olvide. Ser bimadre es difícil, sobretodo trabajando fuera todo el día. Tienes la sensación de que no haces nada por ellos. Yo no llevo nada bien el no poder llevar a Mia al cole, ni poder recogerla. Lo haré con Max y con eso me conformo, pero mía lo nota y me lo dice. Es muy difícil!!!!!
    Un besazo preciosa 😘😘😘

    1. La Mamisis

      29 agosto, 2019 at 11:10

      Gracias Mireia! Muy difícil ver que no llegas a todo… me alegro que también te hayas perdonado. Al final somos humanas, y de la teoría a la práctica hay mucha diferencia. Un abrazo 🙂

  4. Maria de los Angeles

    28 agosto, 2019 at 20:09

    Totalmente de acuerdo,bien analizado y mejor descrito,supongo que en el fondo de cada madre existe esa reinvencion tan necesaria.Mucha fuerza para continuar así

    1. La Mamisis

      28 agosto, 2019 at 21:53

      Muchas gracias 🙂

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