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LAS RABIETAS SON NORMALES Y SANAS

Antes de empezar quiero aclarar que no soy ninguna experta en este tema. Hablaré, como siempre, desde mi experiencia personal y como ya sabrás, lo que funciona a unxs no tiene por qué funcionar a otrxs. Espero poder ayudar un poco con esta entrada, pero si realmente sientes que estás desbordada con la gestión de rabietas; mi recomendación es que acudas a un taller en el que una profesional te facilite herramientas para transitar mejor esta etapa tan dura.

Las rabietas, junto con los celos, son las cosas más difíciles que me he encontrado en la maternidad. No sabría decir exactamente cuándo empiezan, estoy segura que cada niño tiene un desarrollo diferente y unos tempos distintos. Pero llegan, vaya si llegan! Y por todo lo alto.

Un día el típico enfado por no dejarle hacer o coger algo pasa a ser EL DRAMA máximo. Te quedas a cuadros… puede ser en casa, pero si encima te pilla en la calle, pues mucho mejor! Todo el mundo te mira, tu hijx grita, llora, patalea, se retuerce. Te sientes la peor madre del mundo, no sabes qué hacer, sólo piensas en marcharte de allí y que todo termine. A partir de ahí empiezan las rabietas y el tiempo de huracanes.

Así que nos encontramos con un bebé de menos de dos años que está empezando a sentir muchas cosas que no es capaz de canalizar y estalla. Queremos ayudarlx pero no sabemos cómo. Por si fuera poco, aún no sabe hablar bien, por lo que es difícil que exprese lo que le pasa. Recuerdo muy dura esta etapa hasta que Gina supo hablar. Saber qué es lo que le pasa nos da muchas pistas para intentar comprenderlx.

Es muy importante saber que las rabietas son NORMALES y sanas. No les pasa nada a nuestrx hijx. Es una etapa y pasará. Ni te avergüences de que os vean así por la calle ni des explicaciones. Si los que pasan por tu lado son madres y padres seguro que saben de lo que va. Céntrate en atender y acompañar a tu hijx en ese momento como si estuvierais solxs.

Muchas veces estas situaciones se potencian cuando estamos cansadxs. Y digo ESTAMOS, porque no sólo afecta al bebé/niñx, a nosotras también. Nuestra paciencia y escucha no es la misma cuando estamos descansadas y relajadas a cuando estamos al límite de nuestras fuerzas. Que sí, que muchas veces el descanso no está en nuestras manos, pero ten en cuenta que quizás aquel día lleves mucho peor cualquier conflicto y lo manejes de otra manera. Puede que ese día estalles y luego te sientas fatal. Somos humanas. Así que quizás esos días es mejor moverse en territorio tranquilo.

A veces son ellxs los que están muy cansados y eso también hace que estén más irritables, que todo les parezca mal y que las rabietas se encadenen una tras otra. Eso nos da pistas de los límites que es mejor no pasar, que no lleguen tan cansadxs, hacer planes más tranquilos. La maternidad es un estado de constante aprendizaje de uno mismo y de nuestrx hijx.

¿Y si ya se ha desatado el huracán qué hago? Pues yo hablaba y hablo mucho con ella. Me agacho para ponerme a su nivel y le hablo. Pausada, tranquila. Le pregunto qué le pasa, aunque no siempre me responde. Le pregunto qué siente, si está enfadada o triste. Si consigue contestarme ya empieza a explicar lo que le ha provocado ese sentimiento y podemos intentar solucionarlo. A veces necesitan que nos disculpemos con ellos por algo que quizás para ti no ha sido relevante, pero para ellxs era muy importante. Si sigue gritando y no puede explicarme entonces le ofrezco un abrazo. Si lo acepta, normalmente se calma y le vuelvo a preguntar. Si no quiere el abrazo, me mantengo un poco a su lado en silencio hasta que ella misma me dice que la abrace.

En Gina, las rabietas llegaron a su punto máximo cuando cumplió los dos y ahora con tres años me da la sensación de que sabe reconocer mucho mejor sus sentimientos y transmitirlos. No siente esa frustración que la llevaba a las rabietas. No obstante sigue explorando sus límites.

Rosa Jové en su libro «Ni rabietas ni conflictos» explica una técnica que a nosotros nos está funcionando bastante bien. La primera premisa es que si lo que está pidiendo no es nada peligroso o imposible; dáselo. Y más cuando llegan cansadxs por la noche y todo son dramas. No dar pie a rabietas contrariándolxs con cosas sencillas de solucionar.

Entonces nos encontramos con la típica situación: niña jugando en el parque, es tarde y nos tenemos que ir. Sabemos que ahí va a haber un drama. Así que es mucho mejor ir avisando con antelación varias veces para que se vaya haciendo a la idea. Cuando llega el momento de irse:

1# Empezaremos la frase empatizando: «Es muy divertido este parque, ya sé que te lo estás pasando muy bien, a mí también me gustaba mucho ir al parque cuando era pequeña, etc.» Podemos alargar esa frase tanto como queramos.

2# Frase corta encabezada por un «pero»: «Pero ahora es tarde y hay que irse».

3# Negociamos para que se sientan parte implicada. Se trata de dar dos o tres opciones para que ellos escojan: «¿Ahora quieres que vayamos a comprar el pan o vamos a casa?», «¿Quieres ponerte tú la chaqueta o te la pongo yo?», «¿Quieres beber agua o comer un plátano?». Puede que te proponga otra opción que no esté dentro de la pregunta, pero si no es nada descabellado y crees que lo puedes aceptar, adelante!

NO ES FÁCIL. Es una etapa complicada y dura. Pero tienen que pasar por ella y nuestra obligación es acompañarlxs. Tenemos dos cuentos que nos gustan mucho y que nos han ayudado a ponerle nombre a los sentimientos: «El monstruo de colores» de Anna Llenas y «Tengo un volcán» de Miriam Tirado.

Si estás en tiempo de huracanes, ánimo. Seguro que lo estás haciendo muy bien y poco a poco pasará. ¿Me cuentas algún truco que te haya funcionado para gestionar rabietas? Gracias por estar ahí, que tengas una bonita semana.

FOTO: PAULA PELLICER

2 Comentarios

  1. Taisa

    26 febrero, 2020 at 13:05

    Me ha encantado que no solo filosofes sobre las rabietas, sino el consejo tan práctico ¡¡Así sí que es posible intentar aplicar!! Yo creo que intento hacer algo en esa línea, de decir algo positivo primero y empatizar (cuando no me he enfadado hoy!!) aunque pensaba que lo del «pero» no era buena idea..

    1. La Mamisis

      26 febrero, 2020 at 14:33

      Gracias Taisa! Esta teoría de los tres pasos no es mía, es de Rosa Jové. Yo la puse en práctica y me funcionó bastante bien. Si te resulta incómodo usar el «pero» puedes intentar adaptarlo a tu manera. Ella lo explica así y yo lo seguí tal cual con mi hija. Que tengas una feliz semana 🙂

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