maternidad

EL ARTE DE NO HACER

Cuando alguien me pregunta ¿Qué hacemos las Doulas? En qué consiste nuestro trabajo… Me doy cuenta en la mentalidad con la que crecemos en nuestra sociedad. Nos educan en el «hacer». Todos las profesionales hacen algo, venden algo o dan algo.

Así como también cuando alguien te cuenta algo, tenemos la reacción automática de contestar algo. Necesitamos rellenar los silencios, dar soluciones. Es por ello que la figura de la doula es TAN necesaria. Porque la doula NO HACE; la doula ESTÁ, la doula ESCUCHA, la doula ACOMPAÑA. Y lo hace desde el respeto, desde la humildad, desde el no protagonismo, desde el no intervenir.

Qué difícil es no hacer. Qué difícil es dejar el espacio para que sea la otra persona quien haga, quien tome la decisión, quien haga su reflexión, quien busque, quien hable…

Las personas adultas estamos acostumbradas a huir de la incomodidad y no vamos a engañarnos; no saber qué decir en una situación es incómodo. Eso es lo que nos han transmitido. Pero es que no siempre hay algo que decir. No siempre la otra persona necesita que le digamos.

Una situación donde esto se refleja muy claramente es en las personas en duelo. El duelo es algo tabú y todo el mundo intenta hacer como que no ha pasado. En especial ocurre con el duelo perinatal y la muerte gestacional. Cuando una mujer pierde a su bebé, la gente se siente muy incómoda, por lo que evitan a esa persona, evitan ese tema o incluso peor, la aconsejan, le quitan importancia.

¿Y si dejamos de hacer? Para mí la esencia de la doula está en el arte de no hacer. En el confiar en la mujer, en sus capacidades. En escuchar sin juzgar. Sin dejar su marca personal porque en ese momento la protagonista es la mujer.

Como sociedad nos falta desaprender a hacer. Desaprender a decir y aprender a poder sostener una situación en la que no sepamos qué decir. Nos falta dar espacio y tiempo. Dar valor a la no intervención. Hay tantas situaciones donde es importante darle ese valor… En cuanto a los procesos de la mujer (gestación, parto, postparto) hay una necesidad clara de respeto, pero también ocurre en la crianza.

Y cada proceso necesita un tiempo, su tiempo, su ritmo, su espacio. Pero reclamar ese tiempo, ese espacio, no significa que la mujer quiera estar sola. La maternidad, la crianza acompañada, siempre es más fácil. Pero acompañada sin juicio. Acompañada sin desacreditarnos como mujeres adultas y capaces. Como madres.

Así que las doulas, respetando y reconociendo las capacidades de cada mujer; acompaña, escucha, observa, invita a la reflexión y «no hace nada». Porque ese nuestro trabajo y porque sin hacer, se puede dar mucho.

Gracias por estar una semana más ahí. Me encantará leer tus comentarios si quieres compartir. Recuerda que puedes subscribirte a la Newsletter para no perderte ninguna entrada. Hasta la semana que viene. ¡Qué tengas un bonito día!

2 Comentarios

  1. Maria de los Angeles

    25 marzo, 2021 at 15:58

    Es curioso que algunas personas no sabíamos nada de las Doulas ,cuando existen desde tiempos remotos y el algunas civilizaciones la figura de la doula era muy valorada.Suerte que ahora se reconoce su trabajo y cada vez las personas tenemos más conocimientos sobre su labor,por ello espero que las mujeres que aún están en edad de poder disfrutar de esos acompañamientos ,lo tengan presente y las doulas les ayuden muy positivamente.😘

    1. La Mamisis

      9 abril, 2021 at 13:46

      La figura de la doula es una gran desconocida en España. Espero que pronto toda mujer que así lo desee pueda contar con el acompañamiento de una. Gracias por leer el blog. Un abrazo 🙂

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