maternidad

¿BEBÉS NORMALES O BEBÉS EXTRAODINARIOS?

Confieso que cada vez me gusta menos esa palabra: NORMAL. ¿Normal para quién? En la maternidad sale a relucir mucho esta palabra en referencia a los bebés y niñxs. Puedes estar tranquila si tu bebé es «normal» o… uy! no no esto no es «normal».

La verdad que me pone un poco nerviosa este tema y no sé si seré la única. Antes de estar embarazada, vives en tu vida de adultos en que lo que prima es ser diferente. Cuando buscas pareja nunca te planteas; quiero alguien normal. Buscas alguien especial! Pero… en los niñxs todo cambia. De repente queremos clones. Todos tienen que medir lo mismo, pesar lo mismo, reír en el mismo mes de vida, darse la vuelta, gatear, ponerse de pie, decir MA-MA… TODO para ser «normales».

Entramos en la paranoia de los percentiles y el peso ya desde el embarazo. Tu bebé es «normal» si va a nacer con 3kg pero ojo si estiman que pesará 4.500kg que ya no es «normal» y te empiezan a hablar de que no vas a poder parirlo. Nace y a partir de ahí acudes cada mes a la enfermera para que te diga si tu bebé ha cogido los gramos estipulados. ¡Pobre de ti que no llegues o te pases! No hablo evidentemente cuando hay problemas de agarre en la lactancia, frenillo o problemas de alimentación por intolerancias. Hablo de niñxs sanxs que engordan y crecen a SU RITMO.

Para que tu bebé sea «normal» debe comer, hacer caca, engordar, dormir y llorar lo justo. Así que te plantas en el ambulatorio a pasar por un interrogatorio del que saldrás triunfal si tu hijx ES NORMAL o por lo contrario, saldrás hecha un manojo de nervios si no cumple con los cánones establecidos.

Oye y que da igual si los progenitores son altos o bajos, gordos o flacos. TODOS los bebés tienen que engordar y crecer lo mismo para ser normales. Si tienes suerte puede que te encuentres con algún sanitario actualizado que le quite hierro al asunto. «Bueno, no ha engordado mucho este mes, pero no te preocupes. Está feliz y activx. Igual el mes que viene engorda más.» Y ya tienes esa presión: «venga va, el mes que viene hay que superarlo». Si por el contrario tu bebé «se pasa»… ufff «hay que controlar a ver qué le damos! No queremos futurxs obesxs!» No no, faltaría más! Presión de nuevo.

Y esto no termina en el crecimiento. Nuestra sociedad tiene todo muy bien pautado y también tenemos pautas para el desarrollo psicomotriz y de comportamiento. Si se adelanta a lo estipulado nos pueden felicitar. ¡Qué hijx tan espabilado tienes! Y te hinchas de orgullo. Pero pobre bebé si no lo cumple…

Llegados a este punto yo me planteo… ¿Es realmente necesario tanto control? ¿Necesitamos hijxs normales? ¿Consideras normales a tus hijxs o son extraordinarios y únicxs?

Cuando son bebés quizás no sepan a la evaluación constante a la que son sometidxs, pero y cuando ya son algo más mayores? Estamos constantemente catalogando y no somos conscientes del poder de las palabras. Queremos que nuestros hijxs sean tolerantes, que no discriminen, pero por otro lado tienen que encajar en lo que decidimos que es «normal».

Normal para nuestra sociedad y cultura, una normalidad que encajará o no con los cánones de otras culturas. Pero necesitamos ser aceptados en el rebaño y que nuestro bebé esté integradx.

Cuéntame; ¿Has sufrido la presión de la normalidad en tu maternidad? Gracias por estar una vez más ahí. ¡Que tengas una bonita semana!

FOTO: BABYFOTOBARCELONA

2 Comentarios

  1. Nuria

    18 diciembre, 2019 at 15:06

    Creo que también es nuestro empeño en disponer de un barómetro para comprobar constantemente que nuestro bebé está bien y estamos haciendo lo correcto en cada etapa. Yo necesito saber que todo «está normal» por tranquilidad, como una palmadita en la espalda, pero también sé que cuando mi hija se sale de esa normalidad no significa que sea mejor o peor. Esa normalidad es solo una guía basada en datos generalizados.
    Noté mucho la presión de lo que es normal o no cuando cumplió los 6 meses: La gente se piensa que los bebés al cumplir los 6 meses, y de un día para el otro; ya comen, se sientan, gatean, se giran, duermen en su habitación, se destetan… Y si no lo hacen te caen comentarios de «pues el mío empezó a los 5», «deberías hacerlo ya o será demasiado tarde», «ya le toca, ¿no?». Esta presión es ridícula e innecesaria. A veces los mandaría a tomar vientos, otras entraría en el juego de enumerar lo que hemos conseguido antes de tiempo. Pero no vale la pena. ¡Dejad que los bebés sigan su propio ritmo y que las madres disfruten de cada etapa evolutiva!

    1. La Mamisis

      21 diciembre, 2019 at 09:22

      Exacto! Nos empeñamos en comparar. Lo tenemos tan asumido que a veces lo hacemos sin darnos ni cuenta. Si conseguimos entender que cada bebé es único e irrepetible y dejamos de comparar quizás algún día nuestxs hijxs dejen de hacerlo y catalogar en «esto es normal» «esto no es normal». Gracias por leerme y aportar tu punto de vista. Siempre es muy intereseante. Un abrazo 🙂

Responder a La Mamisis Cancel